Ultimamente he tenido la suerte de escuchar varios seminarios.
Todos ellos han sido inspiradores, el seminario de homenaje a Foucault
realizado por la UB, el seminario de Hannah Arendt y algunas lecturas de Byung
Chul Han. Tengo para hacer unos cuantos posts.

Mientras que la sociedad disciplinaria del siglo
pasado -descrita por Foucault- genera locos y criminales (psiquiátricos, cárceles
etc..) hoy se generan depresivos y fracasados.
No hay psiquiatricos para apartar a los locos, ya que con 392 diagnosticos es mas barato estar en casa (si se tiene). Encontramos centros comerciales,
spas, gimnasios, coaching, mindfullness, etc..y un sinfín de herramientas
biopolíticas de autorregulación y dopaje. Entre ellas el DSM, mas grande que el libro de hechizos de Harry Potter.
La positivización conduce al ejercicio de una
violencia de la positividad guiada por la superproducción, el superrendimiento
el "yes, we can do it"...O sea, "can" hacer proyectos,
emprendedurías, empowerments, managements, realidad aumentada, nuevas eras, publicaciones en
las redes sociales y reproducir lo ya existente pero acelerando los procesos
para llegar antes. Aquí la responsabilidad recae sobre el individuo, sobre el
"se tú mismo" que nos da una atractiva sensación de libertad, muchas veces
ilusoria, pero muy productiva para la sociedad de consumo.
Como apunta Chul Han en el siglo XXI lo problemático
no son los virus (lo inmunológico) sino las neuronas: es la era de la depresión
y a diferencia de la anterior no genera rechazo sino consumo y saturación. En palabras de Byung Chul Han “en
realidad, lo que enferma no es el exceso de responsabilidad e iniciativa, sino
el imperativo del rendimiento como nuevo mandato de la sociedad de trabajo
tardomoderna”. El cansancio de la positividad.

Sin ir mas lejos, El DSM
I (1952) contaba con 106 trastornos, el DSM
IV (1994) 307 hasta que el DSMV (2013) tiene 392 trastornos. Los datos nos
llevan a creer que seguimos en un gremio Psi que mayoritariamente es pro DSM,
el resto son los 282 instituciones y 8400 profesionales que han firmado el manifiesto
para una psicología libre del DSM. En pocos meses se han vendido 150.000
ejemplares, con una recaudación de 22.000.000 de dólares. Se ofrecen cursos,
manuales, libritos y lo que es más sorprendente, asignaturas obligatorias de la
carrera de psicología para aprender a usarlo. Las revistas de impacto exigen
filtrado de las muestras a través del DSM V.
Parece que se nos
ha olvidado que evaluar una gripe -una enfermedad- no es equiparable a evaluar
una forma de relacionarnos, pensar o ser distintos confundiendo por enfermedad
aquello que no lo és. No es lo mismo
ser distinto que estar enfermo.
Por ejemplo, los síntomas premenstruales son una
enfermedad disfórica, el orgullo un trastorno narcicista, la ira un problema de
control de impulsos, la energía de un niño es un TDHA, la timidez és fobia
social, los orgasmos clitoridianos son un problema de inmadurez, los
videojuegos generan violencia, las tecnologías de la información y la relación
aíslan y crean adicción etc...
La tristeza está desterrada y la positividad
medicalizada. Estar triste y negativo forma parte de nuestra existencia, es un
derecho humano sentirla y disfrutarla, porque nos permite experimentar y
aprender del mundo, y como dice Rorty, ser compasivos y solidarios.
No faltan terapias para ello de aceptación y
compromiso, coaching etc.. De hecho desde la biopolítica (la biopolítica es el intento por parte del poder de controlar la salud,
la higiene, la alimentación, la sexualidad y la natalidad) existe una
preocupación por la felicidad por encima de la vivienda, el trabajo
o la sanidad.
Se relacionan términos como el de "salud
mental" con la felicidad, y se obvian nombres feos como el de trastornos
mentales que es como más negativo y menos fashion.
Para ello existen dispositivos para saber si eres realmente feliz y como
probablemente acabas viendo que no lo eres, uno se debe preocupar, ya que es
responsable y "we can". Entonces vamos corriendo a un consejero o un
psicólogo o psiquiatra.
Hay libros y conceptos remasterizados 2.0 que hablan de
la ley de atracción que dice que con una actitud adecuada todo viene, al igual
que el poder, el dinero la fama, o el trabajo. En resumen, que uno mismo verá, como hay que ver cuando
tienes que montar un mueble ikea, del cual eres el responsable y culpable
(pecador de la pradera) de no saberlo montar hasta que no se demuestre lo
contrario. Hay que convertirse en una especie de guerrero espiritual de la
nueva era, tipo peli matrix por una parte y 300 por otra, que fascina a tanta
gente. Pero medicalizado, eso sí, sino no te iluminas. Y poca cosa mas.
(continuará)
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