sábado, 29 de marzo de 2014

Una mirada homeopatica

 

Dinamismo Vital

La homeopatía tiene en cuenta la parte somática (orgánica), la mental (espiritual) y la vida (la fuerza vital). 

Esta fuerza vital es la energía que anima a cada ser vivo en particular, desde el nivel más micro -como células- a lo macro -como la energía universal, divina-. El dinamismo  genera movimiento que hace posible el funcionamiento y la transformación viva. Se considera que cuando alguien enferma la fuerza vital ha sido perturbada y se expresa a través de manifestaciones de la enfermedad observables.   




Vis Medicatrix Natura

Se refiere a la fuerza y el movimiento curativo de la propia naturaleza. Así como la fuerza vital nos enfoca hacia la salud y la enfermedad la vis medicatrix natura es la forma natural de ésta fuerza que tenemos los seres vivos y que nos autorregula hacia el restablecimiento, produciendo equilibrio y salud, ya sea física (un hueso fracturado) mental o espiritual (una depresión o ansiedad) o vital. 





Similia Similbus Curentur

(Lo semejante se cura con lo semejante). La enfermedad se produce por los semejantes y se cura con lo semejante, es decir, con la sustancia que provoca lo más parecido a sus síntomas- tomada a dosis muy diluidas.- En cambio, la alopatía se mueve por contrarios, es decir utiliza sustancias antipaticas para eliminar los sintomas (antipireticos, antihipertensivos, anticongestionantes).







 

 

 Experimentación pura

Experimentar las sustancias homeopáticas con sujetos sanos permite ver claramente sus efectos, a diferencia de hacerlo con sujetos enfermos, ya que podríamos confundir los síntomas de enfermedad con los de la sustancia. Recordemos que la homeopatía parte del principio de similitud. Tampoco se experimenta con animales, puesto que son distintos y no podríamos registrar sus efectos mentales ni vitales. La alopatía experimenta con sujetos enfermos y con animales.






Individualidad morbosa

Somos singulares. La forma de estar sano y enfermar va en consonancia a la naturaleza propia de cada persona según su contexto histórico-vital. Aunque compartimos características por ser de la misma especie, no hay dos gripes iguales, ni todos enfermamos ante el mismo estimulo externo, ni evolucionamos por igual. Esto és logico al pensar que tampoco hay dos personas iguales. La homeopatía incluye el contexto de interacción (espacio y tiempo) y éste es siempre singular y cambiante. Por eso parte de que no hay enfermedades, sino enfermos. Es por ello que debemos acercarnos a cada caso sin ideas preconcebidas ni categorías prefabricadas, desde la posición de curiosidad y atención.






Individualidad medicamentosa

Una misma medicina homeopática al interactuar con cada uno puede producir síntomas orgánicos y mentales (emocionales, cognitivos, caracterológicos) particulares y también otros parecidos o comunes. Digamos que la alopatía solo atiende a lo último; desindividualiza individuos recogiendo solo lo general estadísticamente con muestras de población de sujetos enfermos, anulándose lo particular y contextual por el camino.






Simillimum

Es el/los remedio/s con el cual la persona empatiza o vibra mejor - se asemeja más, por similitud - a sus características generales y particulares -tipología, dolencias, ambiente, energía-. El medicamento simillum sirve de estímulo al principio vital. 









Dosis mínima

Se refiere a la dilución, sucusión –potencia- y frecuencia de las tomas. La homeopatía trabaja con prescripciones de dosis mínimas, con el dinamismo vital, la energía que contiene el remedio dinamizado que equilibrará al fluido vital del enfermo para que estimule su propia vix medricatix natura para sanar. No actúa por su química o masa ya que Hahnemann vio que cuanto más reducía la sustancia más rápido se sanaba. 



Patología constitucional

Hahnemann descubre miasmas o patologías constitucionales o crónicas que sustentan algunas de las enfermedades agudas, eso explica las recaídas.
Son tendencias a enfermar hereditarias o resultado de tratamientos antinaturales y supresivos de las enfermedades agudas. Los padecimientos constitucionales pueden ser:
PSORA (hipo): una falta de energía, hipofunción, hipotrofia, inhibición. “delgadez, sensibilidad al frío, estreñimiento, disminución delas erecciones, erupciones. Ansiedad, pereza, timidez, confianza, prudencia, complacencia, tristeza, poca memoria.”
SYCOSIS (hiper): un exceso de energía, sobreactividad, expansión. Obesidad, calores, hipertensión, taquicardia, diarrea, tumores, verrugas, granos etc...”Orgullo, ambición, hiperactividad, verborrea, coquetería, egoísmo, impaciencia, imprudencia, inquietud, insatisfacción, locuacidad.”
SYPHILIS (dis): degeneración, disfunción, atrofia, destrucción. “Calambres, caries, convulsiones, hemorragias, parálisis, ulceras. Calumnia, crueldad, delirio, desobediencia, envidia, agresividad, homosexualidad, deseos de morir, rencor.etc.”.
También hay enfermedades crónicas artificiales y aparentes. Las primeras creadas por los tratamientos alopáticos intoxicaciones efectos secundarios etc... Y las segundas por exposición constante a elementos nocivos, alimentos, exceso de trabajo, estrés, sedentarismo, preocupaciones etc...






Webografía


Conde, J. (2011). Principios en que se basa la homeopatía. Disponible en http://gabe.comuf.com/Data/AppData/Homeopatia/

Que es la homeopatía. Institut homeopàtic de Catalunya. Disponible en



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