La homeopatía tiene en
cuenta la parte somática (orgánica), la mental (espiritual) y la vida (la
fuerza vital).
Esta fuerza vital es la energía que anima a cada ser vivo en particular, desde el nivel más micro -como células- a lo macro -como la energía universal, divina-. El dinamismo genera movimiento que hace posible el funcionamiento y la transformación viva. Se considera que cuando alguien enferma la fuerza vital ha sido perturbada y se expresa a través de manifestaciones de la enfermedad observables.
Esta fuerza vital es la energía que anima a cada ser vivo en particular, desde el nivel más micro -como células- a lo macro -como la energía universal, divina-. El dinamismo genera movimiento que hace posible el funcionamiento y la transformación viva. Se considera que cuando alguien enferma la fuerza vital ha sido perturbada y se expresa a través de manifestaciones de la enfermedad observables.
Vis Medicatrix Natura
Se refiere a la fuerza y el movimiento curativo de la
propia naturaleza. Así como la fuerza vital nos enfoca hacia la salud y la
enfermedad la vis medicatrix natura es
la forma natural de ésta fuerza que
tenemos los seres vivos y que nos autorregula hacia el restablecimiento,
produciendo equilibrio y salud, ya sea física (un hueso fracturado) mental o
espiritual (una depresión o ansiedad) o vital.
Similia Similbus Curentur
(Lo semejante se cura con lo semejante). La enfermedad se produce
por los semejantes y se cura con lo semejante, es decir, con la sustancia que
provoca lo más parecido a sus síntomas- tomada a dosis muy diluidas.- En cambio, la alopatía se mueve por contrarios, es decir utiliza sustancias antipaticas para eliminar los sintomas (antipireticos, antihipertensivos, anticongestionantes).
Experimentación pura
Experimentar las
sustancias homeopáticas con sujetos sanos
permite ver claramente sus efectos, a diferencia de hacerlo con sujetos
enfermos, ya que podríamos confundir los síntomas de enfermedad con los de la
sustancia. Recordemos que la homeopatía parte del principio de similitud.
Tampoco se experimenta con animales,
puesto que son distintos y no podríamos registrar sus efectos mentales ni
vitales. La alopatía experimenta con sujetos enfermos y con animales.
Individualidad morbosa
Somos singulares. La forma de estar sano y enfermar va en consonancia a la naturaleza propia de cada persona según
su contexto histórico-vital. Aunque
compartimos características por ser de la misma especie, no hay dos gripes
iguales, ni todos enfermamos ante el mismo estimulo externo, ni evolucionamos por igual. Esto és logico al pensar que tampoco hay dos personas iguales. La homeopatía incluye el
contexto de interacción (espacio y tiempo) y éste es siempre singular y cambiante.
Por eso parte de que no hay enfermedades, sino enfermos. Es por ello que
debemos acercarnos a cada caso sin ideas preconcebidas ni categorías
prefabricadas, desde la posición de curiosidad y atención.
Individualidad medicamentosa
Una misma medicina
homeopática al interactuar con cada uno puede producir síntomas orgánicos y
mentales (emocionales, cognitivos, caracterológicos) particulares y también otros parecidos
o comunes. Digamos que la alopatía solo atiende a lo último; desindividualiza
individuos recogiendo solo lo general estadísticamente con muestras de
población de sujetos enfermos, anulándose lo particular y contextual por el
camino.
Simillimum
Es el/los remedio/s con
el cual la persona empatiza o vibra mejor - se asemeja más, por similitud - a
sus características generales y particulares -tipología, dolencias, ambiente,
energía-. El medicamento simillum sirve de estímulo al principio vital.
Dosis mínima
Se refiere a la dilución, sucusión –potencia- y frecuencia
de las tomas. La homeopatía trabaja con prescripciones de dosis mínimas, con el
dinamismo vital, la energía que
contiene el remedio dinamizado que equilibrará al fluido vital del enfermo para
que estimule su propia vix medricatix
natura para sanar. No actúa por su química o masa ya que Hahnemann vio que
cuanto más reducía la sustancia más rápido se sanaba.
Patología constitucional
Hahnemann descubre miasmas o patologías
constitucionales o crónicas que sustentan algunas de las enfermedades agudas, eso
explica las recaídas.
Son tendencias a enfermar
hereditarias o resultado de tratamientos antinaturales y supresivos de las
enfermedades agudas. Los padecimientos constitucionales pueden ser:
PSORA (hipo): una falta de energía, hipofunción, hipotrofia,
inhibición. “delgadez, sensibilidad al frío, estreñimiento, disminución delas
erecciones, erupciones. Ansiedad, pereza, timidez, confianza, prudencia,
complacencia, tristeza, poca memoria.”
SYCOSIS (hiper): un exceso de energía, sobreactividad, expansión.
Obesidad, calores, hipertensión, taquicardia, diarrea, tumores, verrugas,
granos etc...”Orgullo, ambición, hiperactividad, verborrea, coquetería,
egoísmo, impaciencia, imprudencia, inquietud, insatisfacción, locuacidad.”
SYPHILIS (dis): degeneración, disfunción, atrofia, destrucción.
“Calambres, caries, convulsiones, hemorragias, parálisis, ulceras. Calumnia,
crueldad, delirio, desobediencia, envidia, agresividad, homosexualidad, deseos
de morir, rencor.etc.”.
También hay enfermedades crónicas artificiales y
aparentes. Las primeras creadas por los tratamientos alopáticos intoxicaciones
efectos secundarios etc... Y las segundas por exposición constante a elementos
nocivos, alimentos, exceso de trabajo, estrés, sedentarismo, preocupaciones
etc...
Webografía
Conde, J. (2011).
Principios en que se basa la homeopatía. Disponible en http://gabe.comuf.com/Data/AppData/Homeopatia/
Que es la homeopatía.
Institut homeopàtic de Catalunya. Disponible en
http://gabe.comuf.com/Data/AppData/Homeopatia/LA%20INDIVIDUALIDAD%20MORBOSA%20O%20INDIVIDUALIZACION.pdf